Las emociones densas, como el miedo, la rabia, la culpa, etc, nos apartan del equilibrio interior y de la alegría. Al reconocerlas y sanarlas damos un gran salto evolutivo.
Para recuperar el equilibrio interior, recibir orientación hacia el propósito de vida y reconexión energética.
Liberación de almas en tránsito y trabajos de no-luz.